miércoles, 7 de marzo de 2012

HISTORIA DE UN DESPROPÓSITO (Y II)

Cristóbal Ortega y Jorge Miro en La Voz del Sur

http://www.lavozdelsur.es/portal/?p=3526

El 12 de noviembre de 2010 la empresa sevillana Los Amarillos comenzaba a gestionar la concesión transitoria del servicio del autobús urbano de Jerez. Tenía que haberlo hecho 42 días antes, si bien largos trámites burocráticos ralentizaron su llegada. Así y todo, durante todo este periodo comenzaron a surgir ciertas dudas entre la plantilla, toda vez que nadie de la dirección se reunió con ellos para tratar temas tan importantes como la subrogación de sus contratos.
La cuestión es que la por entonces alcaldesa, Pilar Sánchez, destacaba las bondades de este acuerdo cuando oficializó la noticia, allá por octubre de ese año. Así, afirmaba que se afrontaba “una nueva etapa para el transporte público, con un cambio de imagen corporativa, con autobuses que pueden ser de distintos tamaños para adaptarse a distintas zonas de la ciudad, se estudiarán las líneas existentes, y con un fundamental plan de recuperación de usuarios, que es una de las nuevas claves”.
El 11 de enero de 2011 se confirmaba que Los Amarillos se hacía con la concesión definitiva del servicio, desechando el Ayuntamiento la oferta que había presentado al concurso la UTE formada por Alsa y Linesur. La entonces delegada de Movilidad, María del Carmen Martínez explicaba que la empresa sevillana era “la que ha hecho la mejor oferta, ligeramente a la baja de lo que establecía el pliego de condiciones redactado» (de los 7.600.000 de euros, la empresa ofreció 5.700.000).
Sin embargo, no sería hasta el 7 de mayo de 2011, un día antes del comienzo de la Feria del Caballo y a 16 de las elecciones locales, cuando la alcaldesa firmaba el contrato con Urbanos Amarillos. Si bien los problemas económicos del Consistorio y los que ya existían entre la nueva concesionaria y los trabajadores (que ya habían protagonizado dos huelgas y suspendido una tercera) fueron posponiendo la firma de este acuerdo, no hay que pasar por alto los más que evidentes intereses electoralistas, ya que la empresa prometió al Ayuntamiento tener listos para antes del 22 de mayo una docena de vehículos, de los cuales uno fue presentado el viernes de Feria en la propia portada del González Hontoria y el resto, el 19 de mayo. Como ya es sabido, uno de esos flamantes nuevos autobuses fue calcinado sin que todavía se conozca el autor, mientras que de la otra media docena prometida por la empresa aún no se sabe nada.
Llegados a este punto, hay que reseñar las cuestiones más destacadas de los pliegos de condiciones y que en teoría debería estar cumpliendo Los Amarillos. Comenzando desde el principio, en los pliegos de cláusulas administrativas, en su base 8, el Ayuntamiento dejaba claro que sólo podrían contratar las empresas “que acrediten su solvencia económica, financiera, técnica o profesional”.
Destaca igualmente la base 21, referida al material móvil de la concesión, en la que se reseña que “los vehículos serán aportados por el concesionario en número suficiente para cubrir en cada momento las necesidades del servicio y que, como mínimo, serán 40 autobuses”. Además, se menciona que “queda terminantemente prohibido utilizar la flota destinada en exclusiva al servicio urbano de transporte regular colectivo de Jerez para prestar servicios diferentes a los especificados en el presente pliego(…). En el pliego de cláusulas técnicas se ahonda en este sentido, destacándose que los vehículos “estarán siempre en perfectas condiciones de mantenimiento en cuanto a limpieza, pintura, señalización y sistemas de seguridad”. Igualmente, este pliego recoge que el taller de las instalaciones de la empresa “dispondrá de maquinaria y herramientas adecuadas y necesarias para poder efectuar el mantenimiento de los vehículos afectos al servicio”. Además, se destaca que “el concesionario se compromete a una renovación continua del parque de vehículos”.
Y sigue: “todos los vehículos vendrán provistos de sistema de aire acondicionado frío/calor” y que “durante la vigencia del presente contrato, la renovación de las flota de autobuses se realizará atendiendo a los siguientes requerimientos: edad máxima de un autobús, 8 años; edad media de la flota, 5 años”.
Éstos son solo algunos de los puntos más destacados de los pliegos y ninguno está siendo cumplido por la empresa, algo que ya ha están hartos de denunciar los miembros del comité de empresa que, sin embargo destacan la ilusión con la que en su momento recibieron a Urbanos Amarillos. “Hay que tener en cuenta que veníamos de una situación en la que no cobrábamos y pensábamos que con esta nueva empresa se acabarían nuestras penurias. Nada más lejos”, afirma José María Romero, presidente del comité de empresa.
Y es que, ya desde el principio la empresa empezó a retrasarse en el pago de los salarios a sus trabajadores, lo que evidenciaba que la solvencia económica de la empresa estaba en entredicho. Además, el Ayuntamiento no ha conseguido que abone los tres millones de euros que le debe en concepto del canon que quedaba pendiente por parte de Cojetusa y por la adquisición de 18 autobuses propiedad de la anterior. Todo lo contrario, el Consistorio se vio obligado a liberar parcialmente el aval para que la empresa pudiera pagar a su plantilla. “Está trabajando de balde, a base de subvenciones y con material de Cojetusa”, reitera el presidente del comité, que, indignado, resalta que “si serán miserias que tienen desde hace tres meses en el taller un Smart (uno de los vehículos de la empresa que usan los trabajadores en los relevos) por no pagar los 80 euros de la reparación”.
Si bien el Ayuntamiento abrió un expediente sancionador a Urbanos Amarillos por sus constantes incumplimientos, no ha podido rescindirle el contrato toda vez que ve inasumible hacerse cargo del servicio, como así pidieron desde los partidos de la oposición hasta los propios trabajadores.
Así y todo, la plantilla sigue pensando que la solución pasa por una gestión directa. Así, ya le han hecho llegar al delegado de Movilidad, Javier Durá, una propuesta que demuestra las ganas que tienen de solucionar el conflicto. “Nosotros nos comprometemos a pintar, adecentar y poner a punto todos los autobuses que se puedan recuperar quitándonos horas de nuestro tiempo libre y sin cobrar la mano de obra. Lo único que tendría que hacer el Ayuntamiento es pagar los materiales y hacerse cargo de esa gestión del servicio”, afirma José María Romero, que sin embargo no cree que el Ayuntamiento llegue a dar ese paso.
Así que, visto el panorama, la triste situación del transporte urbano en Jerez amenaza con prolongarse en el tiempo a menos que el gobierno municipal encuentre una solución o Urbanos Amarillos empiece de una vez por todas a cumplir con su deber.
REPORTAJE GRÁFICO: Cristóbal Ortega

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