COJETUSA y Los Amarillos son tan corresponsables de este lío como los anteriores administradores políticos y técnicos del Consistorio jerezano. Estos fueron incrementando irresponsablemente el diferencial entre los libramientos y el gasto, mientras que aquellas consintieron que el servicio se fuera deteriorando bajo la promesa de un pronto pago que no llegó nunca. ¿Consecuencias? La plantilla lleva años y años perdiendo gran cantidad de dinero porque el Ayuntamiento y las Empresas concesionarias han obligado a los trabajadores a hacer continuas huelgas para exigir el pago de 4, 5 y hasta 6 nóminas atrasadas.
María José García Pelayo, alcaldesa de Jerez, tiene ahora la oportunidad histórica de solucionar para siempre este desastre, provocado en definitiva por la inversión y el gasto exigido en personal y material por los anteriores Ayuntamientos al concesionario. Este gasto realizado siempre fue muy superior a lo teóricamente presupuestado y su dimensión real nunca fue llevada a Pleno para su aprobación como el verdadero presupuesto real del transporte urbano de Jerez.
Por ello, si los
Ayuntamientos anteriores... 1) exigían que el gasto anual subvencionable
ascendiera a 9 millones de euros... 2) no permitían que el presupuesto aprobado
en Pleno pasara de los 6 millones... y 3) sólo libraban en concepto de abono de
liquidaciones entre 4 y 6 millones anuales, el diferencial entre lo gastado y
lo abonado era muy grande, con lo que no es de extrañar entonces que el impago
en tiempo y forma de la subvención se convirtiera en perpetuo, acumulándose año
tras año la deuda hasta la cantidad de 35.000.000 euros a cierre de julio de
2010. De ellos, unos 12 millones pertenecerían a los ejercicios
dirigidos por el PA/PAP y 23 millones a los ejercicios bajo el mandato del
PSOE.
La apuesta
municipal por Los Amarillos, realizada provisionalmente el 11 de noviembre de
2010 y confirmada meses después de forma definitiva, fue un verdadero fracaso desde su arranque. La
supuestamente segunda empresa más fiable y solvente del mercado (¡¡ !!) se
reveló como una auténtica engañifa. Tácticas antisindicales mafiosas,
presiones, engaños, mentiras y estrategias dilatorias injustificables (entre
las que hay que destacar la negativa a abonar la nómina de los 20 días de
noviembre y la pequeña extra de diciembre cuando aún no había transcurrido ni
siquiera un mes desde la instalación de Los Amarillos en Jerez) provocaron que
los trabajadores comenzaran a efectuar su natural ejercicio de autodefensa
sindical, mediante reclamaciones ante el Ayuntamiento, ante la Inspección de
Trabajo y en el SERCLA. Esta bochornosa situación provocada por la Dirección de
Los Amarillos y de su filial Urbanos Amarillos se fue repitiendo a lo largo de
los meses, mediante sucesivos y reiterados impagos de nóminas, flota antigua y
canon del anterior operador, negativa a negociar el Convenio Colectivo, rechazo
a facilitar uniformidad y equipos de protección e innumerables incumplimientos
del Contrato con el Ayuntamiento y del Pliego de Condiciones, entre los que
destacan la no compra de una nueva flota, la ausencia de gastos publicitarios y
promocionales y la no renovación del parque de marquesinas y mobiliario
informativo. Del fatal episodio de Los Amarillos y su nefasta experiencia en Jerez,
puede deducirse que la funesta empresa incompetentemente dirigida en la zona
por Ángel Escrivá y en Sevilla por Jesús Gutiérrez, cometió garrafales errores
en sus propios estudios de viabilidad previos a la presentación de su errónea
oferta y que tras reparar en ello pretendió provocar su expulsión de Jerez para
garantizarse al menos el cobro de un lucro cesante sustancioso.
Comments
Una Respuesta to “Bajo mínimos”