El tejido urbano de Jerez no es ajeno a los grandes déficits
universales que afectan a nuestras ciudades. Los problemas relacionados con la
movilidad son una de las preocupaciones cotidianas en Jerez de la Frontera. La
ocupación del espacio por las obras de infraestructura y por los vehículos
privados que hacen uso de las mismas, la circulación excesiva y lenta, las
dificultades de aparcamiento para los automóviles, la existencia de numerosos
parkings en pleno centro de la ciudad, la contaminación, el elevado ruido que
soportamos o las victimas indeseadas originadas por el trafico motorizado, son
las consecuencias negativas más evidentes, producidas por un sistema de
movilidad en el que el automóvil privado ha alcanzado una preponderancia que se
hace preciso mitigar y corregir. Buena muestra de ello es el incremento de los
flujos de tráfico, que presionan hasta el límite de la fractura, sobre los
espacios centrales de la ciudad.
La gran cantidad de desplazamiento en horas punta desborda con frecuencia la capacidad de las infraestructuras viarias, perjudicando tanto al transporte colectivo y a los conductores de vehículos particulares como a los peatones. Jerez, como ocurre en al mayoría de las ciudades, tiene problemas de saturación y retenciones a causa de la avalancha automovilística en un tejido urbano con capacidades espaciales y ambientales siempre limitadas. Y este problema se ve agravado con el espectacular incremento del número de vehículos particulares. Lo que debería haber generado en nuestros conciudadanos toda una serie de beneficios al incrementar su autonomía y rapidez, se ha convertido en un handicap social y medioambiental difícil de sostener.A las pruebas alarmantes nos remitimos: En los últimos 15 años el número de turismos en Jerez ha crecido casi un 100%, frente a solo un 20% de crecimiento de la población y una disminución del 50% de los usuarios del Transporte Urbano. Por tanto es necesario intentar invertir esta tendencia buscando lograr una movilidad mucho más sostenible, aplicando entre otras, las siguientes medidas:
La gran cantidad de desplazamiento en horas punta desborda con frecuencia la capacidad de las infraestructuras viarias, perjudicando tanto al transporte colectivo y a los conductores de vehículos particulares como a los peatones. Jerez, como ocurre en al mayoría de las ciudades, tiene problemas de saturación y retenciones a causa de la avalancha automovilística en un tejido urbano con capacidades espaciales y ambientales siempre limitadas. Y este problema se ve agravado con el espectacular incremento del número de vehículos particulares. Lo que debería haber generado en nuestros conciudadanos toda una serie de beneficios al incrementar su autonomía y rapidez, se ha convertido en un handicap social y medioambiental difícil de sostener.A las pruebas alarmantes nos remitimos: En los últimos 15 años el número de turismos en Jerez ha crecido casi un 100%, frente a solo un 20% de crecimiento de la población y una disminución del 50% de los usuarios del Transporte Urbano. Por tanto es necesario intentar invertir esta tendencia buscando lograr una movilidad mucho más sostenible, aplicando entre otras, las siguientes medidas:
Ø Desarrollar una nueva red de Transporte Urbano mucho más
rápida disminuyendo el tiempo de permanencia en el autobús, gracias a trayectos
más directos, mejora de la velocidad comercial y por tanto decremento en los
tiempos de recorrido.
Ø Mejora de la calidad de la red Transporte Urbano mejorando
la puntualidad, frecuencia, conectividad y información al público.
Ø Potenciación del Transporte Urbano frente al vehículo
privado mediante la construcción de avances de paradas, restricción de acceso
del vehículo privado al centro, priorización semafórica del autobús, cambios de
señalización, construcción de carriles bus exclusivos para elTransporte Urbano,
etc etc.
Ø Mejora de la coordinación entre las redes de transporte
colectivo (tren, autobús urbano, autobús interurbano, taxis).
Ø Renovación de la flota incorporando autobuses más
modernos, accesibles y menos contaminantes (norma Euro 4 de la U.E.).
Ø Mejora de las cabeceras, terminales y paradas del
Transporte Urbano.
Ø Campañas de concienciación ciudadana en los nuevos hábitos
de movilidad sostenible.